martes, 8 de abril de 2008

Nuestra Mari Luz particular

Últimamente es difícil que nos impacten ya las noticias. Nos hemos vuelto fríos, inmunes ante las barbaridades que cada día nos regalan los telediarios. Pero desgraciadamente a veces las tripas se nos revuelven de tal manera que esa frialdad se diluye y se torna violencia, al menos en mi caso.
Un... no se como denominarle, se acostaba con su hijastra de 12 años. Algo asíduo, una fantasía para un puerco de 34 años que abusaba de una menor repetidas veces. Me es indiferente si estaba consentido, con 12 años es delito y por lo tanto abuso.
No contento con estar destruyendo la vida de esta niña, hija de su mujer (muy fuerte el asunto) la rompe la vida un poco más al dejarla embarazada.
Para arreglarlo, la acuchilla su vagina, la apalea la cabeza, la estrangula, la tira por una alcantarilla y se va con su mujer (repito, madre de la víctima) a denunciar su desaparición. Imaginad ese policía que les atiende, que se preocupa por el hombre, esos vecinos que preguntan, esa gente que le anima, esas amigas que la esperan. Hasta que la encuentran, hasta que confiesa. Ah, si... fui yo. Esa madre que mira al que fue su marido... otra vida que se rompe.
Esto ha ocurrido en Getafe, donde vivimos. Hoy comienza su juicio donde piden 23 años de carcel y 67.000 euros de indemnización para la madre. 23 que se convertirán en 15 y la indemnización que no ayuda para nada.
¿Merece esta gente volver a ver la calle? Se que es un debate que ahora está en boca de todos.
Si le quitas la vida a alguien y encima de esta manera no mereces ver la luz del sol. No mereces nada más que estar dentro de cuatro paredes para siempre.
No es por la familia, es por la niña. 12 años por favor!! Yo ahora no me pongo en la piel ni de la madre, ni de otra persona que no sea ella. Esos días donde su padrastro rompe la línea del bien y del mal, los límites de la razón, un día tras otro. Sería uno de sus primeros periodos, con 12 años dime tú, y dio en el clavo (me pregunto a todo esto ¿dónde estaría la madre en esos momentos?)
23 años? Tiene 34, si le cae toda la pena saldría a los 57 años y casi 30 años más si cabe tendría por delante. Su hijastra no pudo vivir ni 12. Y los 67.000 euros a la madre, por favor, ¡por favor!, nada compensa ese dolor, nada. Y encima con tiempo suficiente para volver a verle paseando por la calle. Hay gente que no merece estar en nuestra sociedad, y por ello han de pagar para siempre. Y yo lo tengo claro, hay ciertos casos, como este o como el de Mari Luz, en el que nuestra ley es fofa, floja, injusta. Estos casos merecen la cadena perpetua. Toda la vida mirando cemento.
Habrá que seguir lo que le cae a este individuo, no me gustará nada saber lo que dije antes de 23 a 15, de 15 a 8 por buen comportamiento... No aprenderemos nunca.

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