En esta sociedad a la que pertenecemos hoy en día el más deshonesto puede llegar a parecer una persona íntegra. A pesar de que recientemente se están publicando noticias hirientes pero certeras, hay que saber por qué se publican y con qué benefício. Ahora las noticias tienen un valor, antes era por la mera función de informar. Un apoyo, una financiación. Un guiño, un enriquecimiento, pero por un lado y por otro, no hay que equivocarse, esto no se inventó la semana pasada.
Las cosas se han hecho mal y se está dando un escarmiento, pero erraron todas las partes. Ahora hay basureros que de las desgracias ajenas y las malas negociaciones están sacando tajada. Ante todo ello sufren y sufrirán los que confiaron, y saldrán fortalecidos los que esperan escondidos para después atacar. Como las hienas, esperan llevarse su parte del que agoniza.
Hace años, cuando todo empezó, el fustigador y el fustigado tenían buenas relaciones, porque uno sacaba del otro. Retirada la subvención todo se tornó venganza, convertida ahora en ejemplares golosos.
Sigo con mi línea, ésto sucede porque hay quienes lo toleran. Publicar para informar, no para cobrar. En fín, una pequeña opinión, desde un blog sin importancia.
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