sábado, 7 de julio de 2007

Ayer fue el primer concierto de Fito y Calamaro en Getafe. El ambiente fue bueno, la gente estaba animada y el tiempo era perfecto, tirando a muy caluroso. Aparte de lo que me pareciera el concierto, que lo disfruté muchísimo, tengo que hablar de un suceso que pudo ser grave y que gracias a los propios espectadores se quedó en un susto.

A mitad del concierto, en la mejor parte de Fito, un hombre que no tenía muy buena pinta, se encaró a un señor de unos 50 años. Quería bronca, tenía ganas e iba buscando víctima. Empujaba al señor, constantemente, mientras la gente se iba apartando oliendo que el asunto se pondría serio. El señor al que quería agredir iba acompañado de unos hombres más jóvenes, sus novias y mujeres, que estaban alrededor intentando calmar al energúmeno de cara desencajada, como si necesitara una dosis...


Entonces sacó una navaja, fue a pinchar al señor, y éste de forma mágica (porque para mí fue magia) le redujo con una llave increíble, y junto a uno de los jóvenes, le inmovilizaron en el suelo. Las mujeres llamaban por móvil a la policía, pero tanto el señor, como los jóvenes sabían perfectamente lo que tenían que hacer. El pobre delincuente se había topado con la Patrulla X, debían de ser expertos en defensa personal, porque fue de película.

Al rato llegó la seguridad del recinto que se quedó mirando el panorama. El agresor en el suelo y las dos personas manteniéndolo a raya, aún con la navaja en la mano. La gente de alrededor no salíamos de nuestro asombro, por el delincuente, la navaja, los super héroes y Fito cantando su mejor canción. La gente miraba la escena, y al escenario, constantemente, no sabían qué les interesaba más. Los curiosos se asomaban a ver qué pasaba, y mientras, como si los dos super héroes fueran una boa constrictor, asfixiaban a agresor que si se llega a soltar hubiera producido una desgracia.


A los 5 minutos llegó la policía y con cuidado de que el futuro detenido no se escapara, se lo llevaron a toda prisa.

Un aplauso para los super héroes. Todos estábamos encantados con ellos.

¿Y qué hacía un tío con una navaja dentro del recinto? La coca cola sí que me la quitaron rápidamente para que consumiera en el estadio, esa no se escapó, pero una navaja cuyo propietario no tenía pinta de tener buenas ideas, desfiló campante entre nosotros. Y si el loco ese se mete con cualquier chaval buscando bronca? Le clava el pincho, iba a eso.
No me registraron el bolso, ni lo tocaron por fuera, ni lo miraron, pero la coca cola y el bocadillo, a la basura y las navajas dentro.

Por lo demás todo bien, sólo que las filas eran interminables para poder coger algo de beber. Sólo una barra, donde tenías que pedir antes el ticket, con su correspondiente espera tediosa.
El sonido fue muy bueno, estaba lleno, la gente lo pasó muy bien, pero hay quienes entran a otra cosa, y que queréis que os diga a ese se le veía que a ver a Fito no había entrado.

Hoy hay otro concierto, espero que no haya incidentes como este y que lo paséis genial.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola Sonia, ¿qué tal?

Bueno, gente loca y desequilibrada existe en todas partes. El problema está en las personas que se supone trabajan evitando que los "peligrosos" no hagan de las suyas en contra de quienes buscan vivir tranquilos.

Me parece ridículo que te pongan problemas por una Coca Cola y que, sin embargo, a otro que ingresó un cuchillo no lo hayan revisado (y si lo hicieron, parece que no fue muy a fondo la revisión).

En fin, si te sirve de consuelo, acá en Chile los barristas entran al estadio con cuchillos y luego se acuchillan adentro el estadio.

Una lástima que ocurren hecho así. Aquí y en la quebrada del ají.

Siempre será triste.